El mandatario jujeño consideró "imposible" una eventual liberación de la dirigente social.
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, consideró este jueves “imposible” una eventual liberación de la detenida dirigente social Milagro Sala y agregó: “Salvo que yo la indulte, lo que no voy a hacer, antes que me peguen un tiro en la cabeza, no la voy a indultar”.
En este sentido, el mandatario provincial recordó que la líder de la agrupación Tupac Amaru recordó que Sala “tiene cuatro causas que ya tienen condena, que tienen que ver con violencia y con corrupción”.
“La liberación de Milagro Sala es imposible, salvo que yo la indulte, lo que no voy a hacer, antes que me peguen un tiro en la cabeza, no la voy a indultar”, aseguró Morales en declaraciones formuladas esta mañana a Radio Mitre.
En ese marco, el gobernador jujeño advirtió sobre el caso de César Luca Arias, un dirigente “que fue agredido”, que sufrió “conmoción cerebral” y murió “al poco tiempo”, que derivó en una causa en el 2007, por la que Sala obtuvo una pena de cuatro años.
Esa causa, en la que Sala fue la única imputada, se originó a partir de las agresiones sufridas por Arias en las instalaciones del Ministerio de Tierra y Vivienda de la provincia.
El expediente, que había sido declarado prescripto en 2009, fue reabierto en 2016 luego de que otro militante, Juan Carlos Molina, preso entonces por un delito común, se presentó ante el juzgado de Pablo Pullen Llermanos.
Arias era un militante social jujeño vinculado a la Corriente Clasista y Combativa liderada, en la provincia, por Carlos “Perro” Santillán.
El 3 de julio del 2006, Arias acudió junto a otro dirigente, Juan Carlos Maidana, a la oficina del entonces ministro de Tierra y Vivienda, Luis Cosentini, para dialogar con él sobre planes de vivienda para las cooperativas. Tras esa reunión, ambos denunciaron que allí habían sido fuertemente agredidos.
Acusaron a Sala y a otros miembros de la agrupación Tupac Amaru -que nunca fueron identificados- como los responsables de los golpes recibidos.
Arias falleció diez meses después de la agresión víctima de una leucemia. La causa, en manos del juez de instrucción Marcelo Gutiérrez, no avanzó y fue declarada prescripta en 2009, pero en el 2016 se reactivó por la declaración del preso Maidana.
Morales encabezó anoche una marcha en la capital de su provincia en rechazo al proyecto de ley de intervención federal del Poder Judicial de la provincia, a días de que ese expediente comience a ser tratado por el Senado Nacional.
Miles de personas adhirieron a la convocatoria del gobierno provincial, con las consignas de que los jujeños “no quieren volver a un pasado violento que democráticamente” decidieron “dejar atrás”, según advirtió Morales.
El gobernador recordó hoy que, en todas las causas de Milagro Sala, “intervinieron 26 jueces, y solo cuatro fueron designados” en su gestión “por concurso de antecedentes y oposición”.
Para Morales, el objetivo de la iniciativa de Snopek es “pedir las causas, cambiar los jueces, liberar a Milagro Sala, garantizar la impunidad y volver al clima de violencia al que los jujeños no queremos volver”.